No hay paredes, las calles cuentan cosas, las calles hablan. Por eso me animo a decir algo chiquito. Pero en voz alta. Es la primera vez que digo algo. Parece que alguien me escucha, porque los ojos no se desvían. Nunca me gustaron las paredes. Por eso insisto en las grietas, las hago más grandes, me hago amiga del viento y de la lluvia. Ellxs siempre me traen olores y noticias de otros mundos, y son mundos en donde los niños y las niñas cantan felices, donde los varones dejaron sus privilegios y las mujeres dejaron de esconderse, hace tiempo. Es más, hay noticias de mundos donde no importa cómo te veas, ni qué parezca que eres: es todo diverso, con muchos colores, y hay abrazos y caricias en las puertas de las casas, que no tienen puertas, son sólo aberturas, pasajes.
Esos ojos que me miran. ¡Uy qué lindo! El portón se abre. Ojalá lo dejen abierto, para siempre. ¡Cuántos ojos, y manos, y pies y bocas que cantan! Parece que traen aires nuevos. La música se siente en sus pasos. Hay un olor, un olor a libertad, a… no sé, parece que piensan como yo, que es posible otro mundo, ese que me llega con el viento y con la lluvia. Ese que no tiene paredes. Vienen a derribar paredes y son muchos y muchas que caminan alegres y decididxs. Y los tambores. Los ritmos se sienten en las palmas de sus manos y me acarician. Las paredes se convierten en palabras, en colores, de a poquito. Y crece la vida en la tierra que me sostiene.
Mi boca está abierta y habla. Se mezclan las personas. Esa gente que veía yo al pasar todos los días por delante mío que sospechaba mi tristeza, ahora recorre mi cuerpo y lo llena de olores a comida que nace de la tierra. Adentro mío hay bailes y música que llega de otros lugares. No hay edades, se fusionan. Se discute sobre la vida que quiero, me cuidan, me defienden, resisten en mi cuerpo. Soy la excusa para la libertad. A partir de mi continúan abriendo e inventando caminos.
Y me ponen nombre y me gusta. Esperanza de cambio, cambio posible, que se construye todos los días, que se sostiene en esas manos que limpian, que pintan, que luchan. Los miedos se desvanecen, al contarlos. Comparten sus vidas, creen y hacen que adquieran sentidos nuevos. Esperanza me llamo, me llaman. Soy la Estación que construye presente. Y que camina al ritmo de los devenires. ¿Se suben en esta parada que nunca está quieta?
:)
.....................
...y aqui dejamos solo algunas fotos de la noche de noviembre.. donde la mayoria de los talleres que conforman la estacion participaron mostrando algo de lo trabajado durante el año o interviniendo el espacio. pronto subiremos otras!
Las enredaderas intervienen el espacio...
muchas gracias al barrio y quienes se han acercado a compartir, haciendo de la noche una hermosa velada! por infinitos años mas! Por la autogestión, por el acceso libre a la cultura, por más espacios de expresión, debate y encuentro!
Esos ojos que me miran. ¡Uy qué lindo! El portón se abre. Ojalá lo dejen abierto, para siempre. ¡Cuántos ojos, y manos, y pies y bocas que cantan! Parece que traen aires nuevos. La música se siente en sus pasos. Hay un olor, un olor a libertad, a… no sé, parece que piensan como yo, que es posible otro mundo, ese que me llega con el viento y con la lluvia. Ese que no tiene paredes. Vienen a derribar paredes y son muchos y muchas que caminan alegres y decididxs. Y los tambores. Los ritmos se sienten en las palmas de sus manos y me acarician. Las paredes se convierten en palabras, en colores, de a poquito. Y crece la vida en la tierra que me sostiene.
Mi boca está abierta y habla. Se mezclan las personas. Esa gente que veía yo al pasar todos los días por delante mío que sospechaba mi tristeza, ahora recorre mi cuerpo y lo llena de olores a comida que nace de la tierra. Adentro mío hay bailes y música que llega de otros lugares. No hay edades, se fusionan. Se discute sobre la vida que quiero, me cuidan, me defienden, resisten en mi cuerpo. Soy la excusa para la libertad. A partir de mi continúan abriendo e inventando caminos.
Y me ponen nombre y me gusta. Esperanza de cambio, cambio posible, que se construye todos los días, que se sostiene en esas manos que limpian, que pintan, que luchan. Los miedos se desvanecen, al contarlos. Comparten sus vidas, creen y hacen que adquieran sentidos nuevos. Esperanza me llamo, me llaman. Soy la Estación que construye presente. Y que camina al ritmo de los devenires. ¿Se suben en esta parada que nunca está quieta?
:)
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...y aqui dejamos solo algunas fotos de la noche de noviembre.. donde la mayoria de los talleres que conforman la estacion participaron mostrando algo de lo trabajado durante el año o interviniendo el espacio. pronto subiremos otras!
Las enredaderas intervienen el espacio...
muchas gracias al barrio y quienes se han acercado a compartir, haciendo de la noche una hermosa velada! por infinitos años mas! Por la autogestión, por el acceso libre a la cultura, por más espacios de expresión, debate y encuentro!
con amor
la estacion
1 comentario:
saludos estacion !!
saludos manu !! :P
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